Los problemas de doña Ortografía
Sentada en su gran sillón y
mirando a la ventana estaba la doña Ortografía… Ya estaba cansada, no había
sido un buen día. Quería irse a dormir… Cuando, tocaron a su puerta.
Un poco malhumorado se levantó.
¿Quién puede ser?, se preguntó. Ya es muy tarde como para estar molestando a
las palabras cansadas como yo. Se decía para sus adentros. Doña Ortografía lentamente asomó su rostro por la puerta, lanzó un
suspiro enorme. Al ver que…
…Eran un montón de palabras. Todas
muy molestas.
El mitin de las palabras
Armaron un mitin porque tenían
muchas dudas sobre sus orígenes. Ninguna de ellas comprendía cuál era su
significado y cuál era su objetivo.
El revuelto era tan grande que la
pobre Ortografía se quedó sin palabras…
Así como lo leyeron…
¡¡Doña Ortografía se quedó sin
palabras!!
Después de unos momentos de silencio
pudo decir.
-¿Qué está sucediendo?-
Las homófonas Valla, Vaya y Baya
gritaron: “ya estamos hartas de que nos confundan”
¡Qué no está muy claro!, -dijo
Valla- “yo soy una cerca”.
Y Vaya respondió –“y, yo soy un verbo”-
Y Baya mencionó –“mientras yo, soy
un fruto carnoso”-
Se quedó muda la Ortografía
La pobre Ortografía no sabía que
decir, tenía enfrente a sus palabras y no explicaba nada, es más no entendía nada.
Tomó aire y se repuso…
“Miren. Todas ustedes tienen un
significado especial, porque todas las palabras…Son la mínima unidad de
significado; es decir cada una de ustedes significa algo”-
-“Si pero no nos utilizan bien”-
dijo la palabra NO.
-Bueno ese no es mi problema-
protestó la Ortografía.
“Yo las hice a todas ustedes para
ser utilizadas correctamente y para que den significados a los pensamientos de
quienes las pronuncian”-
Las palabras seguían alborotadas,
gritando unas, otras amenazando y otras llorando.
Así que la Ortografía les ordenó.
“¡¡Vayan a sus casas!! Y mañana por
la mañana las atenderé, resolveré sus dudas.
Pero eso sí, de una por una.
Si vuelven a venir todas en bola ni
toquen la puerta, porque no les voy a abrir”-
Todas se marcharon. Aunque no se
fueron muy contentas.
Hicieron una lista para acudir a su
cita al día siguiente…
A buscar pruebas
…La Ortografía buscó en sus
registros todas las actas de nacimiento de las palabras. Leyó y releyó, una y
otra vez.
Luego pensó en las palabras
adecuadas para hacerse entender correctamente cuando hablara con las palabras…
Sabía que tenía que ser muy clara,
breve y directa.
Porque una buena ortografía es así. Sabía que de ella dependía la tranquilidad
del mundo de la buena escritura.
El cansancio ya le pesaba y después
de un gran bostezo, la Ortografía pudo dormir.
Muy buen cuento
ResponderEliminarDibujar la forma en q doña ortografía puede mover su gran sillón teniendo en cuenta el texto de doña ortografía
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